PROYECCIONES DE SOMBRAS LUMINOSAS. TRAZANDO LA COMPLEJIDAD. Ana Soler

Como ya se ha mencionado en varias ocasiones, en esta exposición, el viento se derrama, las tormentas se tiñen de distintos matices, las sombras son luminosas y lo invisible se vuelve líquido, mutante, todo puede cambiar de color. Lo que vemos no es certeza de nada, todo depende de cómo lo miremos. Así pues, el tiempo y el espacio son relativos, cuando somos conscientes que habitamos en la complejidad. Transitamos por un universo complejo, donde nada es lo que parece. El color no existe, solo visiones parciales de la realidad.

A partir de la pieza “Sombras luminosas”, se desarrolla esta otra obra titulada “Proyecciones de sombras luminosas. Trazando la complejidad”. Se dibujan en el espacio de la sala de exposiciones las proyecciones de las formas flotantes en tres dimensiones. Es decir, es como si una forma tridimensional, extendiera sus lineas maestras estructurales a los planos circundantes.

En esta obra se propone visualizar las proyecciones dibujísticas o líneas invisibles de perspectiva que trazan la estructura de las piezas. A nivel técnico, se dibujarán con cordón elástico, dichas conexiones y extensiones de las formas. Estas líneas chocan y rebotan en los planos que limitan la sala, suelo, techo y paredes. Rebotan y vuelven a salir disparadas como si de un rayo láser, o una pelota de tenis, se tratara. 

A partir de ahí volvemos a considerar el tiempo extenso como protagonista de la obra, creando una visión simultánea de todas las líneas de proyecciones de un mismo objeto. El tiempo se hace extenso gracias a que la obra recoge el recorrido del proceso de movimiento de la mirada o líneas de perspectiva.

Y de repente, en este caso, las líneas encuentran un lugar, nunca mejor dicho, por donde fugarse. Una vez que las líneas llegan al balcón, a la ventana, salen disparadas hacia el exterior. El interior de la sala se conecta con el exterior, para así empezar a tejer la memoria, esta vez en la calle y las plazas.